Cuento

Rodrigo  cumple años

Fui invitado al cumpleaños de Rodrigo fui invitao  y mis padres me dieron permiso.

El día llegó mi mamá,  me llevó y me dejó, y se fue a trabajar, recordándome: -Ajejando portante bien, yo te recojo a las 9pm.

La pasé muy bien, baile, jugué con Rodrigo y mis demás amigos. Ya casi era la hora del término de permiso y mamá vendría. De ponto anunciaron  es hora de la piñata, !que divertido fue!  Reuní muchas sorpresas. Cante y comí torta.

La hora llegó mamá ya estaba cerca de la puerta, la logre ver , ella también, y me dijo:  -Alejandro es hora despídete. -Bueno así lo hice y nos fuimos a casa.

En casa me lavé mis dientes y me puse la ropa de dormir y me acosté, esperando soñar cuanto me divertí ese día.

Fin

Alejandro Alberca Yanas

Cuento

                   Nicol escapa del colegio

Era un día de primavera, en la ciudad de Lima. Como todos los días Nicol se preparaba para ir al colegio, pero ese día no llevaba cuadernos en la mochila sino ropa de calle.

Se dirigió al colegio, como siempre pero con la intención de cambiarse y de persuadir a Massiel para que la acompañe.  Se encontró con Massiel y le dijo: Massiel me acompañas? - Massiel le dijo:  - ¡no! Nicol,  no está bien nos puede pasar algo malo y nuestros padres van a sufrir.
Nicol entendió, entro a clases  y cuando regresó a casa contó la verdad a sus padres, ellos la perdonaron.

                                                          Fin
Betty Elizabeth Silva Calderón

Creando pequeños cuentos con diálogos

Jugando en mi Cumpleaños con mis amigos

Era un día muy especial  cumplía años como también, Sebastián, a todos mis amigos del colegio los invité.
Se inició la fiesta, Sebastián  tuvo una idea, jugar y me dijo: vamos a jugar y yo le dije: claro, él me dijo: ¿a qué jugamos? Yo le dije:  juguemos a la tuerquita, formamos grupos , varones y mujeres, nos divertimos mucho ese  día; las niñas ganamos pero, Sebastián quería la revanchita  y  accedimos, pero Mamá nos llamó diciendo la hora de la torta  a, prender las velitas  y mientras  piden  su deseo,¡ Ah, cantar!. Será para otra vez le dije a Sebastián.

Finalmente tuvimos que obedecer, a soplar la vela Alejandra,  soplar la vela Sebastián. Fin

                                    Autora :

                                                                

CARMEN ALEJANDRA  PAREDES MEDINA